La última reforma del Reglamento de Planes y Fondos de Pensiones añadió un nuevo supuesto excepcional de liquidez. Se trata de la posibilidad de rescate de aportaciones a planes de pensiones con una antigüedad mínima de 10 años. Una medida que entró en vigor el 1 de enero de 2015, que es el momento en el que empezó a contar dicha antigüedad. Por lo que los primeros rescates en base a esta nueva situación podrán comenzar a producirse a partir de 1 de enero de 2025.
El problema es que en su día no se estableció ningún tipo de límite anual a este tipo de rescate y la industria teme que se produzcan reembolsos masivos. José Carlos Sánchez-Vizcaíno, director de Supervisión Depositaría de Cecabank, opina que cuando llegue la fecha será «un momento clave, ya que abrimos una ventana de liquidez en fechas no muy alejadas del momento actual de ralentización económica, y con una deriva de caída en las aportaciones y patrimonios en fondos de pensiones». En su opinión, «no podemos, por tanto, descartar que podamos asistir a salidas relevantes, en detrimento del objetivo finalista con el que se hicieron esas aportaciones”.
En la misma línea se postula José Antonio Herce, presidente del Foro de Expertos del Instituto BBVA de Pensiones, que advierte: «Se abre una perspectiva potencialmente devastadora para el escaso ahorro previsional existente en España, a menos que los compromisos de los planes de pensiones lo impidan expresamente (la norma respeta esto) o lo impida la sensatez de los ahorradores».
Ángel Martínez Aldama, presidente de Inverco, cuantifica que «podrían ser rescatados en torno a 64.000 millones de euros, que es la mitad del patrimonio gestionado, si no se establecen límites al rescate del año 2025 para que no se puedan rescatar las aportaciones con 10 años de antigüedad», alertaba esta semana durante el XXIII Encuentro Nacional de Inversión Colectiva celebrado por APD, Deloitte e Inverco en Madrid. En los últimos años «las aportaciones en el sistema de empleo han sido de cero. Creo que hay que hacer reflexión y poner propuestas nuevas», añadía.
Aprender de la experiencia
España no es el primer país en el que se aprueba esta medida. En abril de 2015 se introdujo la liquidez total de disposición en los Fondos de Pensiones en Reino Unido. Pues bien, desde entonces y hasta 2018, el 72% de los partícipes habían dispuesto de sus derechos consolidados de forma anticipada, la mayoría en forma de cobro única; el 90% de ellos tenían ahorrado menos de 30.000 libras y el 60% menos de 10.000 libras, según datos de la Financial Conduct Authority (FCA) en el Informe Retirement Outcomes Review.
A propósito de lo anterior, Juan José Cotoruelo, director de Vida y Pensiones de Caser, comenta que «quien dispuso de la liquidez en Reino Unido fueron los que menos derechos consolidados tenían y esto repercute negativamente en la gente con menos poder adquisitivo y, por tanto, que menos ahorro tenía hasta la fecha», subrayaba hace unos días. En cambio, continuaba el experto, «en el País Vasco con las EPSV no se vieron grandes reembolsos cuando se permitieron los rescates». Y es que en el caso de los planes de pensiones vascos, las aportaciones se pueden retirar a partir de 10 años después de la primera aportación a cualquier plan de EPSV.
Importante peso en deuda
A lo anterior se suma otra derivada. Y es el elevado peso que este tipo de vehículos suelen tener en renta fija. Joaquín Alegre, director en Andersen, recuerda que «los fondos de pensiones son players fundamentales en el lado inversor del mercado de renta fija». Por tanto, en si opinión, «pueden crear dinámicas en los mercados en un momento de gran atractivo de la renta fija, impulsado por la subida de los tipos de interés y el aumento de oferta por la búsqueda de fuentes de financiación alternativa por los emisores».
Recientemente, la agencia de calificación Moody’s pedía a España más ajustes en el sistema de pensiones para evitar un deterioro de su calificación crediticia. «Evidentemente, las reformas que mejoran la calificación crediticia de un país no son las que van por la vía de pagar más prestaciones, sino menos. Por lo tanto, hay que incentivar el ahorro en la jubilación, porque potenciar el sistema complementario también refuerza la capacidad de España de hacer frente al reto del envejecimiento», subraya Elisa Ricón, directora general de Inverco.